Desde pequeña, siempre tuve curiosidad por muchas cosas. Primero quise ser veterinaria, luego soñé con ser chef, y finalmente descubrí que mi camino estaba en la ingeniería. Así fue como estudié Ingeniería de Alimentos en la Universidad San Francisco de Quito, combinando mi amor por la comida con la ciencia y la tecnología.

Durante siete años trabajé en la industria alimentaria, especializándome en Investigación y Desarrollo de nuevos productos. Fue en este tiempo cuando descubrí lo mucho que disfrutaba trabajar en equipo y gestionar múltiples proyectos a la vez. Esto me llevó a explorar nuevas oportunidades y, con la base que ya tenía en gestión de proyectos, decidí dar un giro en mi carrera.